Cuentan las historias de los primeros habitantes de Mesoamérica, que en el periodo anterior a la llegada del dios Quetzalcóatl, los aztecas sobrevivían alimentándose únicamente de las raíces y de los animales que cazaban.
Ellos no tenían el maíz, pues este cereal tan alimenticio, estaba escondido detrás de las montañas y ellos no tenían acceso a él. Los antiguos dioses trataron de obtenerlo e intentaron separar las montañas con su colosal fuerza, pero no lo lograron, así que los aztecas pidieron ayuda al dios Quezalcóatl.
Quezalcóatl no quiso emplear la fuerza, sino la inteligencia y la astucia, y se transformó en una hormiga negra. Decidió dirigirse a las montañas acompañado de una hormiga roja, dispuesto a conseguir el maíz para su pueblo.
Tras mucho esfuerzo y sin perder el ánimo, Quezalcóatl subió las montañas y cuando llegó a su destino, tomó entre sus mandíbulas un grano maduro de maíz e inició el duro regreso. Al llegar entregó el prometido grano de maíz a los hambrientos indígenas que plantaron la semilla, y desde entonces, tuvieron maíz para alimentarse.
El preciado grano, aumentó sus riquezas, y se volvieron más fuertes, construyeron ciudades, palacios, templos…Y desde entonces vivieron felices.
Y a partir de ese momento, los aztecas veneraron al generoso Quetzalcóatl, el dios amigo de los hombres, el dios que les trajo el maíz.
¿Qué tipo de preguntas puedes esperar? aquí algunos ejemplos para este texto:
– ¿De qué se alimentaban los Aztecas? R: De raíces y de los animales que cazaban.
– ¿En qué color de hormiga se transformó Quetzalcóatl? R: Negra
– ¿Quetzalcóatl uso la astucia para…? R: Transformarse en una hormiga negra
– ¿Qué hizo Quetzalcóatl en la cima de la montaña? R: Tomó entre sus mandíbulas un grano maduro de maíz
– ¿Qué hacen los Aztecas después de que Quetzalcóatl entregó el prometido grano de Maíz? R: plantaron la semilla